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lunes, 11 de noviembre de 2013

The Forest ¿el fin del survival horror tradicional?



El terror está sufriendo una refrescante revolución desde que Resident Evil y Silent Hill, abanderados de hacérnoslo pasar mal, decidieron alejarse de lo que ellos mismos habían popularizado. Cualquiera podría haber pensado que serían las propias Konami o Capcom las encargadas de hacer borrón y cuenta nueva para darle al usuario lo que éste pedía, pero no, han sido las propuestas pequeñas las que han logrado traer el terror de nuevo a las videoconsolas y al PC.

Juegos como Outlast o Amnesia lo lograron haciendo una sensata decisión: retirándole el poder al personaje jugable para ponerlo indefenso contra un mundo que le supera. Pero no sólo eso, en lugar de continuar con una cámara en tercera persona o al hombro, se optó por la cámara en primera persona. Así, se apuesta aún más por la inmersión, por trasladar al jugador al centro del terror, y desde ahí, desarrollar la historia. De este modo, se le quita la información de lo que puede llegarle por la espalda o por los flancos, o de lo fuerte que es el personaje que controla.

Porque ¿puede haber miedo con un AK-47 en nuestras manos? ¿podemos asustarnos al constatar que no tenemos nada que ver con nuestro avatar? El miedo no lo padece nuestro personaje, sino nosotros, si no empatizamos, mal. Al poner barreras entre los focos de pánico y nosotros, como uniformes militares o armas, se forman elementos de protección que impiden al juego cumplir su misión: que nos caguemos en los pantalones, porque no somos ése. Para seguir con esta evolución en busca del título de terror perfecto, llega Oculus Rift, el único gadget que parece que funcionará como promete en esta generación.

Apoyándose en él, llega The Forest, un título de terror y mundo abierto que ha superado su periplo por Steam Greenligh. The Forest muestra dos de los géneros en los que la inmersión es más necesaria: horror y exploración. Y el Oculus Rift se muestra como el aliado perfecto para casarlos. Hay géneros que parecen perdidos en sí mismos, que necesitan una reflexión tras haber mutado de formas innecesarias o por vivir en un sistema que nos los acoge como debería, éste no es el caso. No hará falta apagar las luces, tampoco podremos mirar a otro lado y los golpes que recibamos serán en nuestra propia cara. Así, se desnuda al jugador, permitiendo al juego ser lo que debe ser.

Hay muchas ganas de conocer que nos traerá un futuro Resident Evil 7 porque tendrá que responder a estas propuestas; pero como le ocurre a las últimas temporadas de la serie de The Walking Dead o a la segunda parte de 28 días después, cuando el protagonista se arma y comprende la amenaza el terror se esfuma. Sensibilizado el jugador, y habiendo disfrutado de Outlast, de Amnesia y con este The Forest en el horizonte ¿hay sitio en el mercado para un survival horror de corte tradicional como lo fue Alone in the Dark?






Heroes of the Storm se presenta a lo grande



Los que llevan esperando años ese Blizzard DOTA, All-Stars o Heroes of the Storm, que parece que será el nombre final del invento, están de enhorabuena, ya que ha copado prácticamente toda la información acontecida en la recientemente celebrada BlizzCon. Lo de DOTA y Blizzard es de justicia divina, y aunque no dudo del éxito que tendrá el invento, no es menos cierto que el campo del MOBA parece copado por League of Legends y DOTA 2, y que todo lo que venga detrás tiene mucha faena por comerse las migajas de Riot y Valve. Pero hablamos de Blizzard.

¿Hace falta que os cuente lo que está sucediendo con HearthStone? ¿Hace falta que ilustremos el frenesí de betas que corren a cuentas de unos y otros mientras el pueblo llano espera que, con un poco de suerte, se le sonría y puedan entrar a echar cartones virtuales en la beta? Definitivamente, Blizzard sabe hacer las cosas bien, y si han logrado volvernos locos con un (estupendo) videojuego de cartas no quiero ni pensar qué ocurrirá cuando anuncien el MOBA en los próximos meses. Puede ser una locura, pero la sombra de los otros dos es alargada, claro.

Pero no debemos olvidar el tirón de Blizzard con todas sus marcas, y que mezclar esos universos en un mismo título con un género de tanto tirón y de forma gratuita puede ser un auténtico éxito. No hablamos de un MOBA de zombies, El Señor de los Anillos o héroes de DC, no, hablamos de Diablo, Warcraft y Starcraft, un tridente del que difícilmente podrás escapar si acabas cayendo en sus fauces. A poco de que lo mimen, consigan que los jugadores se sientan cómodos en sus campos y tengan una cantidad de fan-service tan loca como la del tráiler de presentación, seremos suyos.

DOTA nació en Warcraft III, y no son pocos los problemas legales que han llevado a la empresa americana a la hora de tener la potestad sobre el mod y que se le reconozca de alguna forma la importancia que tuvo dentro de la ecuación que supuso hoy uno de los géneros más populares. Del presente proyecto se llevan conociendo datos desde el año 2011, pero todo ha sido muy lento hasta ahora. Se espera que en los próximos años se vayan despejando las muchas incógnitas relacionadas con el presente título. Estaremos atentos a cualquier novedad.




Franquicias anuales buscan sustitutos



Que este muchos vayan a acabar este mismo mes de noviembre con dos consolas nuevas bajo su techo no es, ni mucho menos, el motivo principal de las bajas ventas (en relación a lo esperado) de blockbusters anuales como Assassin's Creed y Call of Duty.

Activision se ha tenido que conformar con alardear de juegos distribuidos y no de juegos vendidos a la hora de hablar de las ventas de Call of Duty: Ghosts, mientras que las ventas de Assassin's Creed IV: Black Flag han caído un 60% con respecto a Assassin's Creed III, culpa del lastre de una entrega deficiente a pesar de que el Nuevo Mundo de los piratas haya mejorado la saga con respecto a la Revolución Americana. Pero seguía sin ser el Renacimiento.

Desde luego, podemos ver con claridad que el cambio generacional no es la causa del desgaste de estas sagas que pretenden seguir al menos durante varios años más, a pesar de que todo apunta a que ya tienen a sus sutitutos planeados. Y con esto no podemos más que recordar que en el anterior cambio de generación, sagas como Medal of Honor y Prince of Persia también lo intentaron hasta que poco a poco se les fue dejando morir.

Por aquel entonces la cadencia de lanzamientos no era anual como ahora, pero sí que se notaba de igual forma el desgaste a pesar de que las sagas conseguían llegar a un mayor público cuantas más entregas lanzaban. Y llegando hasta el día de hoy, en que Assassin's Creed y Call of Duty parecen casi los apestados de la sociedad de los grandes jugadores, pero los recambios están por llegar.

El futuro de la aventura en mundo abierto pasa por Watch Dogs, mientras que el futuro del multijugador tiene varios candidatos entre Destiny, Titanfall o The Division, juegos que aún no han salido pero que, en vista de los planes de sus creadores, apuntan a ser los nuevos apestados del futuro. Esperemos que aprendan para entonces.



Fuente mundogamers.com

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